Impacto psicológico causado por el tráfico
- UDCI al Día

- 10 ago
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El tráfico vehicular, especialmente en ciudades como Tijuana, genera un impacto psicológico significativo en los conductores, provocando estrés crónico, irritabilidad e incluso agresividad. De acuerdo con un reporte de Las Noticias Tijuana, en tan solo cinco meses se registraron más de 600 accidentes viales, con un saldo de 12 personas fallecidas, lo que refleja no solo un problema de movilidad, sino también de salud mental (N+ Noticias, 2025).
Este entorno de caos vehicular constante crea condiciones propicias para la neurosis y el estrés, ya que la saturación de automóviles, los retrasos prolongados y la frustración por la ineficacia del tránsito afectan directamente el estado emocional de los conductores (Reyes, K., 2024). Según especialistas, permanecer largos periodos en filas interminables o en congestionamientos puede detonar respuestas emocionales desproporcionadas, como ansiedad o ataques de ira, lo que también aumenta el riesgo de accidentes.
Por otro lado, la Confederación Española de Automovilistas (CEA) subraya que el estrés manejando puede reducir la capacidad de atención, disminuir los reflejos y alterar la toma de decisiones, factores que comprometen gravemente la seguridad (López, M. M., s. f.). En suma, el tráfico no es solo un problema urbano, sino un detonante de malestar psicológico con repercusiones que afectan tanto a la salud individual como a la convivencia colectiva. Fomentar la educación vial, mejorar la infraestructura y promover la autorregulación emocional son claves para reducir este tipo de afectaciones. El tráfico crónico no solo retrasa el camino, también deteriora el bienestar emocional de quienes lo enfrentan cada día.
Por: Marena Isabel Aguayo Avilés, Ramón Alberto Cabrales Aguayo & Paola Lucero Salas
Alumnos de Psicología UDCI







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