Importancia del diagnóstico de autismo en mujeres y su influencia en la personalidad

Símbolo del Autismo

Durante años, el autismo ha sido estudiado principalmente desde una perspectiva masculina. Esto ha generado un sesgo que invisibiliza el diagnóstico en mujeres, dificultando así el acceso a intervenciones tempranas. La falta de visibilidad no solo retrasa el reconocimiento del trastorno, sino que impacta profundamente en la construcción de la identidad y la personalidad de quienes lo viven.

Las mujeres con Trastorno del Espectro Autista (TEA) tienden más a enmascarar sus síntomas mediante el camuflaje social, desarrollando mecanismos de adaptación que las hacen pasar desapercibidas. Esta invisibilidad social refuerza la idea de que algo está "mal" en ellas, promoviendo patrones depresivos, paranoides, de ingenuidad, rigidez, introversión social. De acuerdo con estudios recientes, estos rasgos pueden evolucionar en formas particulares de personalidad, con tendencia a la introversión, hipersensibilidad, suspicacia, y una baja asertividad social.

Un diagnóstico oportuno no solo permite acceder a apoyos especializados, sino que también valida la experiencia personal, brindando una explicación coherente a las dificultades enfrentadas y permitiendo resignificar la propia historia. Comprender que ciertas conductas o rasgos no son fallas personales sino parte de una condición neurodivergente, puede ser un punto de inflexión en el desarrollo de una personalidad más auténtica y menos condicionada por la culpa o el juicio social.

En definitiva, diagnosticar a tiempo el autismo en mujeres no es sólo un acto clínico, sino un acto de justicia y cuidado. Es permitir que puedan construirse desde un lugar de comprensión, no de exclusión. Y es, sobre todo, una forma de acompañarlas en la construcción de una identidad donde la diferencia no se vea como un defecto, sino como parte de su singularidad.

Por: Itzai Alejandro Argueta Murillo , Gloria del Rocío Águila Torres & Lesly Noelia Cantú Flores

Alumnos de la Psicología