Nos encontramos en una constate búsqueda de aquello que nos mueva a tener ganas de llevar a cabo nuestros deberes. Hay momentos en los que encontrar esa chispa nos es más complicado.
Existen varios teóricos que nos hablan de la motivación, cada uno con su enfoque. Solo por mencionar a algunos tenemos a Maslow, Skinner, Locke, Adams, entre otros. Maslow puntualiza la necesidad de ascender desde las necesidades de supervivencia a la autorrealización. Skinner nos habla de la ley de efecto, repetiremos alguna acción si nos lleva a consecuencias positivas mientras tanto si tiene consecuencias negativas disminuye la posibilidad de repetirse. Locke menciona que es necesario contar con habilidades y estrategias para lograr metas establecidas. Adams en su teoría de la equidad establece que nos encontramos motivados cuando creemos que la recompensa será equitativa a nuestro esfuerzo y justa con respecto a la recompensa de los demás.
Los resultados que obtenemos en los distintos ámbitos de la vida están estrechamente relacionados a si nos encontramos motivados o no. Por ello es primordial logar la automotivación. Cabe señalar que existe la motivación intrínseca, esta es el deseo e ilusión que surgen del interior, y la motivación extrínseca, es decir los estímulos externos como el dinero, regalos, evitar un castigo, etc. Debemos recordar que no siempre vamos a “tener ganas” pero en esos momentos se recomienda comenzar la tarea o deber y esa motivación se ira presentando.
La motivación se debe trabajar y entrenar a lo largo de nuestras vidas. Aquí algunos puntos que pueden ayudar a obtenerla. Debemos establecer metas inteligentes por sus siglas en inglés (SMART) específico, medible, realista, basado en el tiempo. Nos podemos proporcionar algún premio cuando hemos logrado hacer y culminar nuestros deberes correctamente. Busca un grupo de amigos o compañeros con quienes se reúnan a realizar tareas o deberes, de esta manera estarás acompañado y se apoyaran unos a otros. La motivación no es un estado de ánimo es una acción que deberemos querer emprender. Como dice el filósofo Séneca, el no querer es la causa, el no poder el pretexto.
Por: Mtra. Lizbet Carrillo
Docente de la Lic. en Educación UDCI