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Más informados, pero…


En los últimos diez años los medios de comunicación sufrieron una evolución como nunca y ello trajo grandes beneficios para todos.


El gran beneficio para la ciudadanía es que hoy está más y mejor informada, pero por paradójico que parezca, también está muy desinformada. Vamos por partes.


Sin duda el “boom” de las redes sociales trajo consigo una cascada de información que antes no llegaba a las masas, por varias razones, los medios tradicionales no eran tan interesantes al momento de informar, durante décadas hubo monopolios en la televisión, radio y periódicos.

Eran medios que se cuadraban a los grupos de poder, principalmente políticos, y terminaban siendo muy complacientes, eso alejó a la audiencia, lo cual agravó la baja lectura que de por sí se arrastra en nuestro país.


Hoy, la información llega a personas que incluso jamás tomaban periódicos o veían noticieros, pero que ahora sí poseen un celular, y es ahí donde las redes sociales fungen como transmisores muy importantes de esa información, y es tal el grado de importancia que los medios tradicionales perdieron la audiencia.


De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2020 del Inegi, en México el 80.6 millones de las personas de seis años o más en el país hacen uso de Internet (70.1% de la población), de la población con estudios universitarios el 96.4% se conecta a la red, y las principales actividades realizadas en Internet por los usuarios durante 2019 son: para entretenimiento (91.5%), para obtener información (90.7%) y para comunicarse (90.6%). Estos datos dan cuenta de la importancia de las redes sociales en nuestro entorno.


Sin embargo, todo conlleva riesgos y en el caso de la información también es muy fácil desinformar y eso es lo que ha estado pasando también al grado de que surgió el término “fake news” debido a la constante generación de información falsa en las redes sociales, que debido a su impacto, se han convertido en campos de batalla ideológicos.




Por: Mtro. Ariel Montoya Velarde

Docente de la Licenciatura en C. de la Comunicación UDCI

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