Como docentes nos hemos enfrentado al reto de adaptarnos a esta nueva “normalidad” dentro de las circunstancias atravesadas desde hace ya un año, si bien no ha sido fácil y ha traído diversas dificultades hemos ido aprendiendo como seres humanos a enfrentar y modificar nuestras acciones para lograr en la mejor medida el cumplimiento de nuestra labor.
La realidad es que este cambio en el sector educativo a generado una nueva perspectiva de lo que implica un docente y el desarrollo de una clase, anteriormente se veía al profesorado como una figura de autoridad con la cual no sólo podíamos obtener aprendizaje a través de su catedra sino también por medio de las actividades grupales e interacciones personales que enriquecen la convivencia y forman parte crucial del proceso educativo, al igual que resultaba más sencillo lograr atender en la medida posible a la diversidad de estudiantes que pudieran presentar alguna dificultad en el aprendizaje (inatención, lecto-escritura, comprensión, entre otras) lamentablemente hoy en día podemos observar que el distanciamiento personal entre docente-alumno ha generado una carencia de respeto por parte del estudiante y una disminución en la calidad de nuestro apoyo hacia el sector mas vulnerable o con alguna dificultad.
Esta situación nos invita a nosotros como docentes el buscar actualizaciones en la metodología de nuestras clases a fin de dar respuesta a estas problemáticas a través del uso de plataformas interactivas que inviten el trabajo colaborativo y permitan la mayor comunicación e interacción entre alumnos y docentes.
Por último contamos también con el trabajo del psicólogo educativo que no sólo puede dar respuesta a problemáticas emocionales, también es un guía para aquellos con dificultades en el aprendizaje; como respuesta a ello se han generado las nuevas modalidades en terapia virtual permitiendo el alcance a aquellos que por las circunstancias les es imposible desplazarse o asistir a consultorio.
Por Mtra. Nadia Cervantes Huerta
Docente de la Lic. en Psicología UDCI