El cine se ha inspirado en numerosas ocasiones en obras literarias, desde Georges Méliès quien se inspiraba en cuentos de los hermanos Grimm o novelas de Julio Verne hasta las recientes películas de Marvel o DC basadas en comics, sin dejar de lado los clásicos de Disney o las historias de Shakespeare.
La literatura y el cine han caminado de la mano por mucho tiempo, sin embargo, es importante entender que la naturaleza de ambos es completamente opuesta y los elementos varían; el tiempo, por ejemplo, una película normalmente no dura mas de 2 o 3 horas mientras que para leer un libro puedes tardar días o semanas, esto depende de cada persona, lo cual limita al cine en comparación con la literatura.
El tiempo dentro de la historia es otro factor, en una película puedes pasar de la niñez de un personaje a su adultez en una transición, por ejemplo, cuando Simba se transforma de cachorro a león mientras canta “Hakuna Matata”, años reducidos a segundos con una sola imagen. En los libros no pasa igual, las descripciones son mas detalladas, las hojas de un libro utilizan nuestra imaginación como aliada y esto hace nos brinden una experiencia muy distinta a las obras cinematográficas.
Ambas disciplinas tienen lenguajes distintos, la literatura utiliza la palabra como su materia prima mientras el cine usa las imágenes, eso simplemente hace imposible la comparación entre un libro y una película.
Entonces ¿es mejor leer el libro o ver la película? Ambos, cada uno con sus particularidades, habrá ocasiones en las que no quedes complacido con alguno de los dos, otras en las que sientas que la película te quedo a de ver detalles, personajes que no son como lo imaginaste o a la inversa lugares que parecen menos impresionantes en letras que en imágenes, al final lo importante es disfrutar de la historia.
Por: Mtra. Diana E. Trejo Panero
Coord. Académico Licenciatura en Cinematografía UDCI